La Pastoral de Vida y Familia, busca impulsar, promover y aprovechar la evangelización integral de las familias, para que vivan su identidad y misión, como parte de la sociedad y de la Iglesia,
según el proyecto de Dios, a partir de la propia experiencia de comunión familiar (Iglesia Doméstica) siendo así formadores de Valores Humanos y Cristianos especialmente el del don de la vida desde su concepción hasta la muerte natural.
Para cumplir su objetivo, se pretende articular una acción pastoral que permita amar a la persona, desde el momento que es concebido en el vientre de la madre hasta el último aliento cuando se es anciano, provocando que los padres de familia se consideren misioneros de la familia de acuerdo a los planes de Dios.
La condición que inspira esta acción parte de la experiencia creyente, abiertos al proyecto de Dios para el matrimonio, la familia y la vida.
Los desafíos actuales piden contar con una planificación progresiva y permanente con la suficiente flexibilidad para dar en cada situación el acompañamiento necesario, tanto para prevenir situaciones de riesgo como para ofrecer recursos emergentes para diferentes escenarios de crisis.
En suma, la pastoral de la Iglesia tiene como propósito y fin a la familia, por lo tanto, se trabaja arduamente por integrar una red de agentes de pastoral de vida y familia, que trabajen tanto a nivel parroquial como de movimientos, instituciones educativas, asociaciones religiosas y laicales de tal forma de construir un trabajo articulado y eficiente.