La Diócesis de Culiacán, bajo la advocación de San José, fue establecida en 1883 y es parte de la Provincia Eclesiástica de Hermosillo. Esta diócesis cubre gran parte del estado de Sinaloa, incluyendo importantes ciudades como Culiacán, Mazatlán y Los Mochis. Desde su fundación, ha tenido un papel crucial en la evangelización, la educación religiosa y la acción social en la región, especialmente a través de programas de apoyo a las comunidades más vulnerables.
Su catedral, dedicada también a San José, se encuentra en Culiacán y es un importante centro de devoción. La diócesis promueve activamente la formación sacerdotal, el fortalecimiento de la fe laica y la caridad, respondiendo a las necesidades espirituales y sociales de la comunidad.